30 ago 2011
Cuando te preguntas por qué y no tenes respuesta no hay paz, te sentís caer al vacío, no hay pregunta que duela más que ‘por qué’. Y necesitamos entender eso que nos inquiera, nos perturba, nos genera ansiedad.
No entender nos enmudece. Habrá que aceptar lo que no tiene explicación, eso que ocurre sin que sepamos por qué. Ese absurdo que amarga nuestra existencia, eso que nos deja en soledad preguntándonos una y otra vez por qué, por qué. Ese sin sentido que vuelve nuestra vida irreal, ese por qué que necesita una respuesta urgente, esos por qué que desesperan. Cuando lo absurdo es tan absurdo ya nada importa.
Quizá se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación… o sí.
29 ago 2011
Vivimos viendo sin ver. ¿Por que nos cuesta tanto ver de verdad? Ver lo que es tan evidente. Somos curiosos, queremos ver, ver todo ¿Pero estamos preparados para ver de verdad lo que hay para ver?
Todo lo que tenemos que ver está ahí, siempre está ahí a la vista, lo importante nunca está oculto, solo se trata de querer verlo.
Cuando queremos podemos ver con los ojos, con la nuca, con el alma, ver hasta lo invisible.
Ver, verte, verme ¿podes verme, puedo verte? Estoy acá, estás ahí, si queres podes verme, solo tenes que querer. Estás vivo y solo debes despertar ¿Podes? ¿Queres?
27 ago 2011
26 ago 2011
23 ago 2011
Entonces, Simba le preguntó al padre: ¿por qué los leones se comen a los antílopes? El rey león le dijo que eso era parte del ciclo de la vida. Que en la selva todo está en perfecto equilibrio. Cada uno ocupa un lugar. Simba supo ese día, que el rey, por más que fuera rey, debía respetar a todos los animales. El rey le dijo que si respetaba a los animales, estos lo respetarían a él como rey.
Así fue como el malvado hermano mató al padre de Simba, y se deshizo del pequeño león, para quedarse con todo y ser el nuevo rey. Así, el tío malo logró desterrar a Simba, el heredero, mandarlo lejos para poder reinar. El joven príncipe crecería y un día descubriría que su tío había sido el asesino de su padre, y entonces volvería a su tierra para hacer justicia y recuperar lo que le habían arrebatado.
15 ago 2011
13 ago 2011
1 ago 2011
Hay mucha gente mala, pero la mayoría no es tan mala. Yo creo que la mejor opción es siempre no desconfiar, nunca. La desconfianza no sirve. La desconfianza genera intrigas y las intrigas dividen y debilitan. La desconfianza te debilita y te aísla, terminas desconfiando de todos. Entonces el verdadero mal te lo haces a vos y no a los otros. Los otros te dejan solo, y solo sos más débil, y ahí sí te pueden atacar porque sos vulnerable. La desconfianza nos recluye, nos hace perder nuevos afectos y nos deja a la deriva. A la deriva estás y si no confías no te relacionas y ahí sí, solo sos muy frágil. Nos podemos equivocar, confiando en la gente equivocada, pero la mayoría de las veces no es así, confiamos en los amigos.
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